"Papel y tinta" - María Reig - YouTube

La verdad es que me he estrenado con una novela un tanto larga,

pero la verdad es que estoy muy contenta con...

Bueno, con la oportunidad, simplemente de tener una historia

y que llegue a los lectores, y que les dé esa opción

de compartir algo que te ha hecho vibrar,

que te ha hecho disfrutar mucho.

Y que esté llegando a otras personas

y otras personas le den vida con su lectura.

Yo creo que cada novela, de alguna manera,

tiene algo especial.

Este proyecto, concretamente, con el que yo he decidido lanzarme

y compartirlo con los demás.

Es verdad que a mí desde los 12 años me gustaba escribir,

yo las llamo historias largas porque es verdad que no tenían

las características enteramente de novelas,

pero bueno, cada verano me planteaba escribir una historia larga.

Y es cierto que con "Papel y tinta"

ha sido como esa que ha tenido algo especial,

que ha unido a un montón de elementos que me apasionan

como la escritura, la historia, la documentación y demás,

que ha ido construyendo un relato por el que me he apasionado tanto

que he dicho: "Voy a darlo todo para intentar, por lo menos,

que llegue a la gente.

Si no lo consigo, pues bueno,

que al menos no quede por no haberlo intentado".

Elisa Montero es una mujer que nació a principios del S.XX

concretamente en 1901, y es una mujer, bueno,

que nace en una familia humilde, en Fuente de Cantos,

un pueblo de Badajoz, y por razones que ella desconoce,

-y ahí arranca la novela-,

a ella la trasladan a casa de su tía, de su madrina.

Es una mujer que, por matrimonio,

accede a la alta burguesía madrileña, y Elisa,

su traslado a Madrid le va a abrir las puertas

a una determinada educación, a unas herramientas de información,

pero también le va, digamos,

a imponer una serie de límites en su conducta,

en su comportamiento y sus sueños.

Entonces, es cierto que gracias a todas las herramientas

que tiene a su disposición va a descubrir su pasión,

que es el periodismo, convertirse en redactora.

Y Elisa va a pelear, en esa época tan compleja,

donde la mujer no había conseguido todavía derechos básicos,

como el mismo derecho al voto,

y en ese contexto, Elisa va a pelear

por formar parte de esa profesión

que forma la opinión pública por antonomasia.

De hecho, su madrina, he querido que encarne

la doble moral de la época,

por la cual se educaba a las jovencitas, a las señoritas,

para que fueran "una señorita de bien".

Que suponía que eras una mujer digna de que alguien quisiera

casarse contigo para formar una familia,

para ser la buena acompañante de tu esposo,

poder asistir a conversaciones, más o menos cultas,

sin avergonzar a nadie.

Pero no era una educación por ti misma,

para valerte por ti misma, para buscar tus sueños,

era simplemente para apoyar los sueños de tu compañero.

Entonces ahí, de algún modo,

en esas primeras palabras de la madrina se ve

que el destino de Elisa ya está previamente escrito

y ella va a tener que reescribirlo a partir de sus pasiones.

Elisa, de alguna manera, siempre va a aspirar,

y yo creo que su gran pelea, su gran lucha es poder compartir

o poder gritar a los cuatro vientos la autoría de sus textos.

Creo que es algo,

que a cualquiera que nos hemos dedicado al periodismo,

o nos dedicamos al periodismo, tener tu primer artículo firmado

es un momento muy especial.

Yo me acuerdo cuando a mí me pasó,

cuando pude firmar mi primer artículo fue algo muy bonito.

Entonces, para mí era importante reflejar el cómo un periodista

que no firma con su nombre es como que....

Te sientes incompleto, en cierto modo.

Dices: "Es que quiero compartir porque al final,

es trabajo que he hecho yo".

Y Elisa va a batallar por conseguir eso, y no lo va a tener fácil,

porque como decías, al principio,

¿qué hace una mujer en una redacción?

Lo máximo es como secretaria.

Es cierto que en ese momento había mujeres periodistas,

como Carmen de Burgos, Sofía Casanova, María Luz Morales,

pero eran muy poquitas, y en una situación

y en unas circunstancias muy concretas a nivel personal

que les permitieron dar esos pasos.

Elisa no tiene esa situación,

entonces tiene que "buscarse las habichuelas"

para intentar conseguirlo

y llegar donde han llegado esas mujeres.

Yo creo que principalmente las dos amigas que has dicho, es decir,

Catalina y Benedetta son las dos mejores amigas de Elisa,

y van a representar, digamos,

dos posturas de la mujer de la época.

Por una parte, tenemos a Catalina, que ella estudia Magisterio,

se hospeda en la Residencia de Señoritas

de María de Maeztu, y tiene una visión progresista.

Es la que abre los ojos a Elisa en muchas limitaciones

que tiene en su vida,

por el contexto que le ha tocado vivir.

Y luego tenemos a Benedetta que realmente asume la realidad

que le ha tocado vivir y no le ve problema.

Ella cree que bueno, que es el camino de una mujer,

y salirse de él es buscarse problemas tontamente.

Creo que esas dos mujeres son muy importantes.

También la madrina, la tía de Elisa, Manuela Montero,

me parece también un personaje con peso en la novela,

y que además su relación con Elisa tiene muchas incógnitas.

Es un personaje muy enigmático que se va descubriendo

muy poquito a poco a lo largo de la novela.

Y bueno, luego va a haber figuras como la de Don Ernesto,

y también un periodista francés que va a conocer Elisa

que es un peso pesado de la novela, que, de algún modo,

va a abrir los ojos a Elisa en otros aspectos,

y, sobre todo, en el campo del periodismo

va a ser un compañero con el que ejercer

la profesión conjuntamente y vivir aventuras.

Mi obsesión era que el lector cuando se adentrara en "Papel y tinta"

viajara en el tiempo.

Para mí era importante reconstruir un Madrid distinto.

Es cierto que, hoy en día

tenemos una idea de Madrid muy concreta.

Es una gran ciudad, capital, es enorme, al final,

te pierdes por los barrios que hoy conforman Madrid.

Sin embargo, tenía que borrar todo lo que conocía de Madrid

y construir de cero una ciudad mucho más pequeña,

que todo el mundo, más o menos, se podía conocer.

En la que bueno, es ese momento de efervescencia cultural,

no sólo en los cafés, sino también en los estrenos teatrales,

en las tertulias, entonces, bueno, quería de algún modo

reflejar ese Madrid para que, en todo momento,

y hacer referencias reales a locales que existieron,

teatros que existieron, restaurantes que existieron,

para que el lector también lo fuera construyendo en su mente,

al igual que lo había ido haciendo yo,

que el lector lo haga, y de alguna manera

se vea en ese Madrid distinto.

Y me lo comentan algunos lectores que ahora pasean por Madrid

y lo ven con otros ojos,

porque es cierto, a mí me ocurrió,

vas descubriendo rincones, secretos de Madrid,

cosas curiosas, y de pronto dices:

"Bueno, es que Madrid ha sido distinto

y ha cambiado mucho en 100 años".

Pues mira, de hecho, estoy haciendo,

bueno, hice hace poco una ruta con lectores.

Justamente, mi idea es hacer más, por ciertos espacios de Madrid,

y la ruta arranca en el número 20 de la calle Villanueva,

que los que se animen a leer sabrán por qué empieza ahí la ruta.

Y es una ruta que pasa por el Paseo de Recoletos,

se recorre la calle Alcalá con todos los locales

que entonces la conformaban, hoy muchos desaparecidos.

Puerta del Sol y todos los alrededores,

el Café Pombo, la calle Carretas,

el frontón central en la Plaza del Carmen...

Y luego, adentrándote más en el Madrid de los Austrias,

la Plaza de la Villa...

Y bueno, el que tenga tiempo, que no desaproveche la oportunidad

de pasear por la calle Fortuny,

por ver el edificio que queda de la Residencia de Señoritas

de María de Maeztu, y bueno,

también pasear por el Barrio de Salamanca para imaginarse,

y, de hecho, algunos quedan, de los palacetes del momento,

Y bueno, ese barrio que en ese momento

está en plena construcción y que se va a convertir

en el lugar de muchas familias de las clases más altas de Madrid,

entre las cuales se podría haber encontrado esa familia Ribadesella

que es la que, bueno, hospeda a Elisa a principios del siglo XX.

Bueno, Pascal es un periodista francés, corresponsal de Le Figaro,

y llega a Madrid para pasar un tiempo como corresponsal

y cubrir los asuntos que puedan interesar a Francia en ese momento,

que históricamente es muy complejo, y políticamente también,

tanto en España como en Francia como en el resto de Europa.

Y de alguna manera, bueno, Pascal es como decíamos

ese compañero con el que Elisa va a compartir momentos

de ejercicio de la profesión.

Va a descubrir también ideas nuevas, es también como...

Ejerce una función, curiosa también, parecida a Catalina,

son dos personajes muy importantes en la vida de Elisa

que le hacen replantearse todo lo que le han inculcado

a lo largo de su vida....

Poner los interrogantes,

que creo que es el ejercicio más duro que va a hacer Elisa,

lo que le va a costar más, y por eso creo

que "Papel y tinta", al final, es una novela

que cuenta la evolución de una persona, es decir,

como a ti te dan una serie, digamos, de conceptos e ideas

que tú asumes de pequeño,

y conforme vas evolucionando y conoces a gente,

esas van cambiando y evolucionando, se van adaptando

a lo que tú quieres y de pronto esas personas

te marcan para siempre.

Y en el caso de Pascal va a ser muy decisivo

para las decisiones que tome Elisa, los pasos que dé...

Pero, sobre todo, es cierto, que Elisa,

va a evolucionar ella sola con influencia

de todas las personas que conoce, porque nos pasa a todos.

En todo momento, será Elisa quien decida

y Elisa, ella consigo misma, tomará las riendas de su vida,

y de su destino y lo escriba a su gusto

y no cómo marcaba la sociedad.

Personalmente, lo que yo quería era que los lectores

realmente vivieran lo mismo que yo,

es decir, que les emocionaran

las partes que a mí me han emocionado cuando lo escribía,

que viajaran en el tiempo de la misma manera

que lo he hecho yo.

Que de pronto, este personaje les causara algo,

no sé: sensaciones, emociones...

Sobre todo, busco emocionar al lector

y que aprendan sobre un Madrid y una época distinta de España.

Y que se lleven algo de la novela, no sé el qué,

pero me gustaría que con "Papel y tinta"

el lector terminase de leerla y dijera:

"Me llevo esto de esta novela".

Aunque sea una palabra, una frase, o una escena.

Que de pronto se quede con ellos un ratito más largo

de lo que dura la lectura.